En nuestra opinión, es probable que la era de las políticas monetarias acomodativas haya llegado a su fin, lo que conlleva consecuencias de gran calado para los inversores en renta fija a escala mundial. En este contexto, las perspectivas en los mercados emergentes son especialmente complicadas para la deuda pública y la deuda corporativa denominada en dólares, dado que estos activos probablemente acusarán una combinación tóxica de bajos rendimientos, escasa liquidez y una elevada ponderación por parte de los gestores de carteras.
Sin embargo, existen oportunidades atractivas en ciertos bonos denominados en divisa local y monedas emergentes, que ya protagonizaron una notable revalorización durante los ciclos bajistas de 2013 y 2015.
Por ello, los inversores deberían ser muy flexibles y centrarse en aprovechar las oportunidades en los mercados de deuda denominada en divisa local, especialmente en los importantes nichos de valor que han surgido recientemente en países como Argentina, Brasil, México, Rusia, Sudáfrica e Indonesia. Estos países aún ofrecen rendimientos altos y divisas relativamente baratas.